Una forma de vivir mejor.
Existen diversos tratamientos para la E.M, como por ejemplo tratamientos para los síntomas; para los ataques; experimentales; alternativos, etc.
Pero algo que es muy importante para los pacientes con esta enfermedad es una dieta, que por supuesto no dará una solución milagrosa pero si un bienestar para la persona. Esta alimentación deberá ser variada y equilibrada.
A continuación nombraré algunos alimentos que pueden contribuir con el beneficio de la persona:
Carnes magras, pescado y huevos.
Todas las carnes magras son saludables: cerdo, buey, ternera, cordero, aves o carne de vaca.
El pescado tiene un contenido mayor de ácidos grasos polinsaturados que las carnes nombradas anteriormente, por eso es aconsejable comerlo dos veces por semana.
Los huevos contienen muchos ácidos grasos saturados, es recomendable comer dos por semana.
Productos lácteos magros.
Es recomendable comer yogures y quesos blancos magros ya que son muy sanos (0% de contenido graso) y beber leche descremada. Hay una gran variedad de quesos magros: los magros fundidos (tranchetes), con un 25% de contenido graso, y quesos suaves y duros, con un 25 y 30% de contenido graso.
Grasas y aceites vegetales.
Las margarinas con la etiqueta “rica en grasas polinsaturadas” son muy sanas.
Los mejores aceites son los de cacahuate o de oliva (para cocinar); y los aceites de maíz, girasol, soja, onagra, colza, sésamo, y nuez son buenos para preparar ensaladas.
Cereales completos.
Los cereales completos más recomendables son: pan integral, pastas y arroces integrales, muesli, centeno.
Frutas y verduras.
Todas las frutas y verduras son muy importantes, ya que aportan vitaminas, minerales y fibras.