El enterarse de que se padece una esclerosis múltiple puede despertar una serie de emociones: miedo, angustia, agresividad, depresión y quizás, alivio después de un largo período de incertidumbre.
En este caso, uno se puede plantear una serie de preguntas: ¿Qué puedo hacer? ¿Cómo reaccionarán los demás? ¿Cuál será la evolución de mi enfermedad?
Hasta hace algunos años era difícil de confirmar, en la mayoría de los pacientes, el diagnóstico de la esclerosis múltiple. Ahora, gracias a pruebas recientes de laboratorio y a exámenes neurofisiólogos tales como la RMN (Resonancia Magnética), puede ser más fácil su confirmación después del primer brote. Hay, no obstante, algunos casos extremos, en los que no se tiene absoluta certeza hasta pasados algunos años.
Pero, a pesar de que la investigación continúa, quedan sin respuesta preguntas importantes relativas a la enfermedad.
Usted no está solo en su lucha contra la esclerosis múltiple, existe en el mundo un porcentaje bastante alto de pacientes con esta enfermedad. Muchos de ellos llevan una vida satisfactoria y productiva a pesar de sus limitaciones.
Ante cualquier duda o aporte espero sus comentarios.